EXCURSIÓN DE FIN DE CURSO-TERCER Y ÚLTIMO DÍA

 

Ponemos el punto final a estas crónicas con el relato de las actividades de hoy. Escribimos estas últimas líneas en el autobús, acercándonos cada vez más a nuestras casas y con la sensación de que estos tres días han supuesto para todos-as una gran experiencia. Ahora que muchos de ellos están durmiendo (algunos en posturas inverosímiles) nos damos cuenta de la paliza que llevan encima de actividades y con el plus de una ola de calor que nos ha pillado de lleno.

Hoy empezábamos el día Toni, María y Mariano a las 7:45 contemplando a los-as bellos-as durmientes en sus camitas y sin ninguna gana de levantarse (por cierto, hay que ver cuántos estilos de dormir hay y qué raros pero efectivos algunos). Pero el horario, es el horario y cantando “Estas son las mañanitas” les hemos traído de sus dulces sueños a la realidad. Han reaccionado como lo que son, un grupo organizado con un toque anárquico-pasota, y en media hora han sido capaces de lavarse, recoger las habitaciones y meter todo en las maletas. Si os preguntáis cómo han sido capaces de hacerlo cuando en casa no son capaces de recoger sus calcetines no nos preguntéis a nosotros porque la respuesta la vais a tener en breves momentos cuando abráis las maletas (cuidado por cierto que algunas pueden producir daños colaterales bien por explosión bien por intoxicación).

Tras un buen desayuno con tostadas, zumos y bollería hemos llevado nuestras maletas al autobús y nos hemos ido a coger cerezas a una finca cercana. Víctor el monitor nos ha explicado cómo recogerlas, qué variedades hay… y luego nos han dado una cajita (que traemos de regalo) para recoger unas cuantas (por cierto, la mayoría de las cerezas terminaban en la boca y no en la caja). Ha sido un rato agradable y muy divertido que ha culminado con el concurso de lanzamiento de huesos de cereza.

Y ya despidiéndonos de El Torno nos hemos dirigido a la última actividad de esta excursión: la ruta por la Garganta de los Infiernos hasta Los Pilones, unas pozas de baño incomparables y catalogadas por expertos como una de las mejores zonas de baño de España. La ruta ha sido dura por el calor, pero las explicaciones de Víctor sobre la zona nos han hecho más llevadero el esfuerzo. Finalmente hemos llegado al nuestro destino y en verdad que todos hemos quedado maravillados del lugar (las fotos creo que reflejan lo bonito que es). Hemos estado tres horas bañándonos, comiendo, riéndonos, tirándonos por un tobogán de piedra, relajándonos un jacuzzi natural en el río…Al final (no todo puede ser perfecto) Manuel ha tenido una pequeña caída que no ha tenido consecuencias graves y que se ha solucionado con unos puntos de aproximación y una semana sin piscina.

Ahora en el bus repasamos un poco todo lo vivido y nos surgen algunos comentarios. En algunos momentos uno piensa que si la entropía es un indicativo del desorden del universo, algunas habitaciones indicaban que el fin del universo estaba cerca porque el caos rozaba el máximo posible. (en cambio otras estaban medianamente bien). También nos preguntamos cómo es posible que Mariano lleve en su mochila cuatro camisetas de las que hemos hecho para la excursión cuando solamente una es suya (y que no sean de nadie) o que los calcetines se reprodujeran como conejos y aparecieran en todos los lugares, que no fueran nunca de nadie tampoco y que siempre estuvieran desparejados. Como observadores que somos también hemos detectado que un 15-20% del alumnado sufre un trastorno auditivo muy raro que hace que lo que se le dice sea entendido en mil maneras diferentes, pero siempre de un modo que no concuerde con el mensaje que quería transmitir el que hablaba. Bueno, fuera bromas y obviando algunos indicios de posible síndrome de Diógenes en algunos (broma también) estamos muy satisfechos de nuestros niños-as. Como profes y padres que somos nos quejamos pero también sabemos reconocer sus aspectos positivos que han sido muchos: se han relacionado entre ellos y con los monitores y gente del pueblo con respeto y han interaccionado todos con todos de manera sana y fraternal; en las comidas se han sabido comportar muy bien y con buenos modales colaborando cuando se lo hemos pedido; han sabido ser organizados en las duchas (y solamente teníamos 4) y con los horarios, siendo siempre puntuales con lo que les pedíamos; han colaborado en llevar peso, cargar mochilas de compañeros-as cansados… y eso tiene mucho mérito; han realizado las marchas sin quejas exageradas soportando un calor a veces asfixiante; han disfrutado y participado en todas las actividades con interés. En fin, creemos que “se lo han pasado muy bien” y que les puede haber servido como “experiencia vital”.

Ahora cada uno contará una película y todas serán buenas y divertidas.

Un abrazo para todos-as.